Matrimonio infantil y adolescente
Apenas hay estadísticas. Los datos se silencian amparados en tradiciones sin intención de ser revisadas. "Resulta difícil conocer el número de matrimonios prematuros, debido a la cantidad de ellos que no se inscriben y que, por tanto, son ilegales", explica Unicef. Las familias pobres aprueban los matrimonios porque consideran a las niñas una carga económica: "Casarlas es una medida de supervivencia". Otras están convencidas de que el matrimonio a una edad temprana protege a las niñas frente a agresiones sexuales y "les procura la protección de un tutor varón".
Abandono escolar
Para mejorar esta situación, Unicef impulsa desde 2006 los Clubes de Madres. La finalidad de estos grupos es ayudar a las niñas dentro de sus comunidades para que concluyan los estudios. En concreto, apoyan a las mujeres para que obtengan ingresos derivados de la horticultura comunitaria en gran escala y puedan hacerse cargo de la educación de sus hijas. Las integrantes del Club de Madres cultivan hortalizas como mandioca y patatas, "cuya venta genera fondos que se emplean para pagar la matrícula escolar de las niñas".
Por otro lado, las mujeres que componen estos grupos movilizan a sus comunidades en apoyo de la educación de las niñas y se encargan de informar y orientar sobre aspectos culturales como el matrimonio precoz, el embarazo adolescente y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual. Una vez que las madres han entendido la importancia de enviar a sus hijas a la escuela, se intenta que transmitan esos conocimientos a otras mujeres para que todas las pequeñas tengan la oportunidad de acudir al colegio y, por qué no, también a la universidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario