Participar implica conocer las leyes y normas que nos rigen como comunidad pero generalmente, cuando se nos propone leer una ley, nos sentimos abrumados pensando que vamos a encontrarnos con demasiadas palabras, términos difíciles y terminamos diciendo que las leyes son para los abogados.
Sin embargo, las leyes son para todos y están presentes en nuestra vida cotidiana.
Conocer nuestros derechos y deberes
Las leyes, normas, reglas y pautas tienen como propósito regular la convivencia. Pueden estar dirigidas a toda la sociedad que compone un país, al personal de una empresa, a los pobladores de una provincia, a un grupo de profesionales como pueden ser los médicos, etc.
A través de ellas se enuncian obligaciones, responsabilidades, prohibiciones, derechos de las personas. También se establecen las sanciones que recibirán quienes no respeten lo que establece la ley, la norma o el reglamento; quiénes serán los encargados de aplicar esas sanciones y cómo se puede reclamar o denunciar cuando tiene lugar una ifracción.
Entonces, todos los que participen de un juego, de una asociación, de una entidad de bien público; todos los que vivan en el mismo país, en la misma provicia, en la misma ciudad, estarán afectados por las mismas leyes, normas, reglas. Y el que no las conozca no podrá jugar, no podrá participar adecuadamente, no sabrá cáles son sus derechos ni sus obligaciones y tampoco sabrá cómo actuar cuando es afectado por la acción de otros que no respetaron las normas, ni ante quién quejarse o cómo encaminar su reclamo.
Por lo tanto, tomando conciencia, participando y organizándonos podemos contribuir al orden social.
Fuente: Educando al Soberano- Publicación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires
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